domingo, 9 de marzo de 2014

Otras mentes

¿Cómo sé que los demás tienen una mente al igual a la mía? ¿Será mi mente una excepción? ¿Y si los demás sois zombis sin mente imitando mi comportamiento, o incluso peor, sois mutantes con una mente completamente distinta a la mía, es decir, que cuando yo sienta dolor vosotros sentáis placer?

Este tipo de preguntas son las que aborda el capítulo que he leído acerca del problema filosófico de las otras mentes, en el que se plantea el desconocimiento a la hora de demostrar que los demás posean una mente como la tengo yo.


La forma más común de tratar el problema fue desarrollada por Bertrand Russel, gracias al argumento por analogía. El hecho de pisar una chincheta, suele ir acompañado de distintos tipos de comportamientos, acompañados de dolor. Cuando las personas actúan de esta forma al pisar una chincheta, deduzco que ellos también padecen dolor. El problema de este tratamiento del problema es que es inductivo, por lo tanto no podemos sacar ninguna prueba concluyente. Por mucho que confíemos en que los demás tienen una vida interior mental como la nuestra, no podemos asegurar que el problema esté solucionado, estaríamos cometiendo un error. Todo esto nos provoca una necesidad de examinar nuestras concepciones mentales y hablar sobre los hechos mentales y los físicos.


Si como bien dicen los fisicalistas, los hechos mentales están relacionados con los físicos, la idea de que los demás no posean una mente similar a la nuestra se desvanecería. Sin embargo esto no quiere decir exactamente que las explicaciones sean ciertas. Al fin y al cabo, este problema puede ayudar a otras cuestiones más generales acerca de la mente.

Aunque nuestra experiencia nos sirva para llegar a determinadas conclusiones en distintos campos, no podemos basarnos en ella para este caso, ya que no está claro qué información nos sería realmente útil para todo esto. En el libro, se expone el ejemplo de que para comprobar que las ostras tienen una perla en su interior, debemos basarnos en la experiencia de mirar en ellas para ver si esto se cumple. El problema es que no podemos adentrarnos en los demás para verificar la existencia de que cada uno de nosotros tenga una mente.  Si finalmente se llegase a solucionar esta relación, la preocupación por las otras mentes llegaría a concluir. O tal vez no...

La realidad es que este problema no es normal que la gente llegue a planteárselo realmente alguna vez en sus vidas, ya que todos vemos cómo los demás tienen los mismos sentimientos, sensaciones e ideas que nosotros, y de esta forma damos por hecho que tienen una vida interior igual a la nuestra. Sin embargo, este problema plantea la realidad de que esto es incierto, y que no podemos demostrar claramente que todos poseamos una mente, o que incluso haya algunos que tengan una mente y unas sensaciones completamente distintas a las nuestras, y para ello no podemos utilizar la experiencia, debido a que, planteando este problema, no podemos confiar en las opiniones de los otros. Aún así, he de reconocer que alguna vez he llegado a plantearme este problema, y a tener cierta incredulidad en las palabras de los demás para basar su existencia mental, y pienso que no será fácil, incluso tal vez imposible, llegar hasta una demostración algún día.





2 comentarios:

  1. En primer, éste ha sido uno de los artículos en los que más curiosidad he sentido. La idea de que otras personas tengan mentes tan distintas a las nuestras parece aterrador y a la vez llamativo, porque no sabes por qué esa persona tiene ese tipo y tu otro. Creo que has acertado a escribir sobre este tema ya que en la actualidad existen numerosas series de zombis que nos hacen imaginar sobre cosas fictias que, debido a todos los avances científicos, estamos confiados de que no puede ser de otra forma.
    Pero, ¿ y si realmente no fuera así, y no todo el mundo tuviera los mismos sentimientos? Creo que todo lo conseguido hasta ahora se desmoronaría, por lo que es mejor dejarlo en la ignorancia para confiar en nuestros científicos.

    En cuanto a la expresión me ha parecido muy técnica y correcta en incluso algunas zonas he tenido que leerla con detenimiento para comprenderlas adecuadamente. También me parece adecuado el uso de las imagenes que dan una estética al artículo. La expresión considero que ha sido correcta ya que no he observado ninguna falta de ortografía. En definitiva creo que ha sido un artículo interesante pero difícil de elaborar y que creo que has hecho un gran trabajo.

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  2. Lo primero que se me ocurre al leer este texto es la expresión popular"nadie está en la piel del otro"se entiende esto perfectamente,la valoración de todo los estímulos que nos rodean son subjetivos,es decir cada individuo puede hacer una distinta valoración de un mismo hecho.
    Con frecuencia se ha dicho,por ejemplo al hablar del dolor físico que cada persona tiene su "umbral", es decir distinta apreciación o aguante. Sirva esto para comprender lo que refleja este texto.
    Por otro lado la valoración de los sentimientos merece la pena mencionarlo aquí,cada cual siente a su manera,ya que hay infinitos grados de sensibilidad a mi parecer.
    En definitiva,cada persona es un mundo distinto en sí misma.

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